Somos la Compañía Amiga y nuestros valores definen todas nuestras acciones. Por eso nos tratamos con RESPETO, valoramos a los demás y nos relacionamos con sinceridad, amabilidad y cortesía.
Buscando el respeto
Podríamos pensar que faltar al respeto es simplemente tener malos modales: hablar con la boca llena, presentarnos sucios a la escuela o al trabajo y empujar a los otros para pasar. Sin embargo, significan poco en comparación con las verdaderas faltas de respeto: tocar a alguien sin su consentimiento, burlarnos de una religión, de un trabajo o una forma de vida diferente a la nuestra, querer utilizar a los demás como medios para nuestros planes, abusar de quienes están en desventaja (ancianos, enfermos, niños o animales). Debe evitarlo siempre.
A veces la mejor forma es seguir las reglas. Pensar siempre “¿Debo hacer esto o no?”, es solo el primer paso. El gran progreso en la búsqueda del respeto no está en la inteligencia, sino en el corazón: el amor a los demás sirve de guía e inspiración para cuidarlos y honrarlos por formar parte de la vida.
Aquí te dejamos algunas frases que puedes compartir con tus contactos para que todos en nuestro día a día vayamos modificando conductas y comportamientos que aunque hayamos normalizado, puedan considerarse una falta de respeto con el otro y con nosotros mismos.
Podemos fortalecer el respeto
Aprendiendo a escuchar: Miremos con respeto a todas las personas que se cruzan en nuestro camino, detengámonos un momento, saludemos, miremos a los ojos y deseemos un buen día, o simplemente demos las gracias con sinceridad.
Tomemos la decisión de aprender: El que cree que ya lo sabe todo, está estancado. El mundo cambia continuamente y nosotros con él y cada persona o situación que se presenta en la vida, es una valiosa oportunidad para aprender y crecer.
Coloquémonos en los zapatos del otro: Nadie hace cosas por fastidiar al otro, usted no conoce la situación que otros pueden estar viviendo. De vez en cuando es necesario que tratemos de pensar y sentir como lo está haciendo la otra persona; es decir, desde nuestro punto de vista. Extender nuestra comprensión hacia los demás implica volverse más compasivo.
No seamos intransigentes: Que alguien tenga un defecto o que diga o haga cosas improcedentes, no lo condena como persona, siempre podemos recapacitar o cambiar nuestra actitud o comportamiento. Por lo tanto, no rechacemos, discriminemos o maltratemos a otros porque no hacen lo que deseamos o esperamos, tengamos más paciencia y comprensión.
Nadie es más ni menos que nosotros: Todos somos diferentes en lo personal. Cada persona llega a este mundo con limitaciones y condiciones distintas para superar, resolver y de las cuales aprender, en eso radica todo. Aceptemos a los demás con sus defectos y cualidades, sin juzgarlos con ligereza.